Ha lanzado recientemente el Gobierno de España una página
web y una aplicación para el
autodiagnóstico del COVID-19, software privativo, al menos por ahora.
Dicen:
Nuestra intención es liberar el código fuente para que otros organismos
oficiales puedan implementar sus propias versiones de la aplicación,
cada uno adaptando la herramienta a su protocolo sanitario de
autoevaluación y triaje, asegurando la accesibilidad y la igualdad de
oportunidades poniendo tecnología al servicio de la lucha contra la
pandemia.
Según he visto, parte del
código de la página enlaza a librerías externas que se encuentran en
servidores de Google. El código que se carga, aunque pertenece a una
librería libre llamada Web Font
Loader, está ofuscado.
Ya que tienen un correo de contacto, les he hecho llegar el siguiente
mensaje con el asunto «Sugerencia de seguridad y cuestiones»:
Le he echado un vistazo al código de la página principal. No se
debería ejecutar código de servidores externos, sino alojarlo todo en
el propio servidor. Hablo de recursos externos como
https://ajax.googleapis.com/ajax/libs/webfont/1.6.26/webfont.js, que
debería ser alojado en un servidor bajo el control del Gobierno de
España, no en el de una empresa de EE. UU., si es que se toman la
seguridad en serio. Si no, desde el servidor de Google pueden cambiar
el código en cualquier momento.
A propósito, ¿cuánto dinero público se ha invertido para el
desarrollo, de esta aplicación y página web? ¿Y en los otros proyectos
redundantes de las demás Comunidades Autónomas? ¿Dónde se publicará el
código fuente? ¿Por qué no se ha hecho aún?
Como mencioné en un artículo anterior,
esta aplicación no ofrece nada nuevo: toda la información sobre el
COVID-19 se encuentra fácilmente en Internet.
Las palabras en relación a la privacidad en este caso son más bonitas
que las de la aplicación de la Comunidad de Madrid, que daba a empresas
privadas datos públicos de salud:
el único responsable de los datos es el Ministerio de Sanidad