¿Estamos inmersas en una era oscura digital? La Edad Oscura se caracterizó por la ausencia de fuentes que explicaran los cambios sociales transcurridos entre el colapso de la civilización micénica y la Época Arcaica. Con el término era oscura digital se podrían referir en el futuro perfectamente a este periodo de la historia de la tecnología.
¿Dónde están los antiguos sistemas operativos, páginas web, videojuegos...? Muchos programas han desaparecido tras quebrar una empresa o han sido abandonados por motivos económicos. Sin embargo, el valor histórico de las obras perdidas es incalculable.
Los derechos de autora (que se se deberían llamar restricciones) y las patentes han provocado el monopolio de las corporaciones sobre el producto de sus empleadas, la desaparición de obras digitales y la criminalización de la copia y la distribución de programas, entre otras cosas.
Hay ya varias organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a la preservación de contenidos digitales como páginas web, vídeos, audio, programas, código fuente de programas... Sin embargo, es imposible preservar la mayor parte del contenido con las restricciones que imponen los estados, las empresas y las limitaciones técnicas.
El contenido audiovisual y los programas de software privativo son los mayores damnificados de esta pérdida de información.
La W3C ha formalizado recientemente con estándares dictados por grandes corporaciones las restricciones de contenidos digitales en la red, algunos estados plantean más restricciones al flujo de información: la censura está por todas partes.
Sin embargo, hay muchos focos de resistencia: software libre, plataformas colaborativas, redes sociales descentralizadas. Estamos asistiendo a un cambio de paradigma que aún no se ha extendido lo suficiente.
Ante este panorama solo la conciencia, el boicot y la acción directa pueden cambiar las cosas a mejor.
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