Los desarrolladores de Invidious han recibido un correo de YouTube pidiéndoles que dejen de ofrecer el programa. Según el equipo legal de YouTube, estarían infringiendo los términos de uso de la API de YouTube, lo cual es imposible, pues Invidious no usa la API de YouTube.
Dicen, además, que Invidious «está siendo ofrecido en invidious.io», lo cual tampoco es cierto, porque ese sitio web no aloja ninguna versión de Invidious. A día de hoy hay 40 sitios web que alojan versiones de Invidious públicas sobre los que el equipo de Invidious no tiene ningún control, ya que Invidious usa la licencia libre AGPL. Incluso aunque Invidious fuera ilegal en Estados Unidos, está alojado en la red Tor, en la red I2P y en multitud de países, lo que hace que sea prácticamente imposible hacer desaparecer Invidious. Asimismo, su código se encuentra en varias plataformas de desarrollo y en un montón de ordenadores.
Invidious no ha aceptado ni los términos de servicio de la API de YouTube ni los de YouTube. YouTube permite el acceso al contenido alojado en sus servidores mediante el protocolo HTTP, así que Invidious no está realizando ningún crimen informático; simplemente está salvaguardando el derecho a la privacidad y a la libertad.
Google (la empresa que controla YouTube), por otro lado, no respeta la privacidad, censura, requiere el uso de programas privativos, explota a sus usuarios, desarrolla programas de inteligencia artificial con fines militares, tiene un enorme impacto ecológico, por citar solo algunos ejemplos. Por estos motivos hay quienes piensan que Google debe ser destruido.
Afortunadamente, incluso si Invidious desapareciera, existen otros
proyectos libres como Piped,
NewPipe y youtube-dl
.
¿Amenazará Google también a los desarrolladores de esos proyectos y a
sus millones de usuarios?